Noticia

Preludio: el arte de crear un ícono uruguayo

Criado en la histórica Cava Preludio, este vino es una obra maestra que refleja el punto intermedio justo entre tradición, terroir y la influencia del océano.

Desde su primera añada, en 1992, Preludio ha sido reconocido como uno de los grandes vinos de guarda de Uruguay y un verdadero emblema a nivel mundial. Este vino no solo destaca por su extraordinario blend con base de Tannat y aportes de Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Petit Verdot y Marselán, sino también por los elementos únicos que contribuyen a su identidad.

Uno de los factores más importantes es la influencia del océano. Tal como sucede en Burdeos, en este caso es el Océano Atlántico quien juega un papel crucial en el balance de nutrientes que las viñas necesitan para producir vinos de gran guarda. En Preludio, esta influencia atlántica se refleja en la frescura y elegancia de su perfil tan distintivo, que llega a expresar todo su potencial con el paso de los años.

El envejecimiento, la clave

Sin embargo, lo que realmente define a Preludio es su proceso de envejecimiento en la histórica Cava Preludio. Esta cava de piedra, construida en 1745, es un testimonio de la rica tradición vinícola de nuestra Familia. Según Fernando Deicas, presidente de Bodega Familia Deicas y referente en vinos de guarda: «Si las barricas no pasan al menos 24 meses en nuestra cava, Preludio no sería lo que es. Ese espacio tiene un impacto único. Además de humedad y temperatura ideal, la cava Preludio tiene en las paredes hongos que solo crecen en cavas que guardan vino durante muchos años, y son esenciales para que nuestro vino desarrolle su carácter distintivo».

Tras su estancia en la cava, las barricas se embotellan y luego envejecen otros tres años antes de llegar al mercado. Este proceso lento es lo que convierte a Preludio en un vino de guarda con una capacidad de envejecimiento sobresaliente, capaz de madurar durante décadas, evolucionando en complejidad con el paso del tiempo.

Una cena que lo define todo

Otro momento crucial en la creación de cada cosecha de Preludio es la Cena de Preludio, un evento anual en el que se elige el blend final que lo compondrá. Este evento es mucho más que una degustación: es una experiencia en la que se reúnen personas que comparten una conexión profunda con el vino. Como explica Fernando Deicas: “Para ser parte de la Cena de Preludio, no basta con ser un aficionado al vino. Tienes que conocer Preludio, haberlo disfrutado en diferentes ocasiones y comprender su esencia. Solo así puedes aportar a la decisión de qué corte envasar. Es una responsabilidad que tomamos muy en serio”.

Preludio no es solo un vino, es una obra maestra que encarna la dedicación, la paciencia y el respeto por el tiempo. Esto, combinado con la influencia del terruño y del océano, hace de Preludio un vino verdaderamente único.