NUESTRA CAVA

LA PRINCIPAL OBRA EDILICIA DE FAMILIA DEICAS ES LA ACTUAL “CAVA DE PRELUDIO”, UNA ESTRUCTURA SUBTERRÁNEA DONDE LAS CONDICIONES DE HUMEDAD Y TEMPERATURA SON IDEALES PARA LA CRIANZA DE GRANDES VINOS.

Hace tres siglos, la cava fue testigo de las primeras fermentaciones de vino realizadas en estas tierras por los Jesuitas, elaboraciones imprescindibles para celebrar sus misas.

A la vez de expulsar a la Compañía de Jesús en 1767, la Corona Española aplicó La Junta de Temporalidades para administrar y transferir las propiedades de los Jesuitas.

Las mejores barricas de vino descansan en la cava por períodos de hasta 30 meses. Cada año se renueva un importante porcentaje de las barricas, que son de roble americano y mayormente francés.  Las condiciones de humedad y temperatura son ideales para la crianza de grandes vinos.

EXISTE UNA EVAPORACIÓN DE ALCOHOL DE LAS BARRICAS CONOCIDA COMO “LA PORCIÓN DE LOS ÁNGELES”.

Como sucede en destilerías y cavas de vinos centenarias, parte de este alcohol condensa en paredes y techos seleccionando a ciertas cepas de hongos, que no sólo son capaces de resistir al etanol, incluso lo metabolizan.

“Testimonio de una larga historia vinícola, estos hongos generan en la cava una atmósfera única que caracteriza a nuestros mejores vinos de guarda.”