Terroir

Sierra de Mahoma – San José

Las rocas más antiguas del uruguay tienen una edad de 2.000 millones de años y se generaron mediante el enfriamiento de magma, posterior a este evento general hubo punturales erupciones de lava que formaron lo que se denominan granitos intrusivos, tal es el caso de la Sierra de Mahoma, la cual se extiende por 10 km de largo y 4 de ancho y fue datada en aproximadamente 1900 millones de años por algunos estudios, ubicándola en la era Precambrica.

Con el pasar de los años en permanente variaciones del clima, incluso periodos de glaciación, los granitos se fueron erosionando y segmentando para formar el clásico paisaje denominado “Mar de piedras” que hoy conocemos. Durante la formación de la Sierra la presión y temperatura que el evento efectuó sobre los rocas preexistentes generaron una metamorfosis de éstas últimas cambiando su textura y composición mineral, formando lo que se llaman esquistos verdes o prasinitas.

Estos esquistos aplanados se orientan en forma casi vertical y dan origen a los suelos superficiales y pedregosos que hoy tenemos. Cuando investigamos la aptitud vitícola del terroir, visualizamos el potencial de la baja fertilidad, escasa capacidad de retener agua y una topografía con fuertes colinas, como atributos positivos para lograr restringir el vigor y maximizar la concentración en algunas variedades, sabiendo que el arraigamiento del cultivo se podía lograr penetrando entre los esquistos, pero la experiencia reveló que además de las interacciones esperadas, los altos contenidos de hierro proveniente de las rocas originales, generan descriptores minerales, sangre, únicos en los vinos que marcan una especial tipicidad de su origen.  EL clima templado con noches frías y la influencia marina que se ubica a 40 km complementan el perfil de los vinos con mucha fruta.