Terroir

Garzón – Maldonado

Fuimos pioneros en la instalación de viñedo en la zona de Garzón, sobre el valle de los manantiales. Al explorar por primera vez el suelo descubrimos un perfil muy gravilloso, bien drenado no solo por la facilidad con que infiltra el agua de lluvia, sino también por el rápido escurrimiento que generan las pendientes de hasta 25 % de su topografía.

Al investigar sobre el origen aprendimos que se trataba de granitos muy alterados, generados en un período volcánico hace 1000 millones de años y modificado por varios eventos tectónicos 530 millones de años atrás, momento en que se generó la falla de Sierra Ballena. Todos los periodos climáticos posteriores que sufrió el planeta; glaciares, vientos, lluvias, e incluso períodos desérticos, fueron alterando la roca hasta desintegrarla en pequeño granos de gravilla.

Una vez establecido el clima actual, templado, con lluvias homogéneas en el año, los vegetales volvieron a colonizar enriqueciendo el joven suelo con materia orgánica que tiñó el perfil de tonos oscuros. Estas propiedades de suelo profundo y con pocos nutrientes, sumado a las bajas temperaturas nocturnas en vendimia y las brisas del océano que se ubica a 22 km, dan el marco ideal para la síntesis de polifenoles y compuestos aromáticos en las uvas, generando vinos elegantes con perfecto balance entre alcohol, acidez, fruta y notas florales.

Cuando diseñamos el viñedo tuvimos especial cuidado de respetar la conservación de la enorme biodiversidad de plantas y animales nativos existente en el lugar, integrando el cultivo de la vid en perfecta armonía con el ecosistema, mantuvimos todos los árboles y la comunidades vegetales existentes en los interfluvios, así como también promovimos la instalación de pasturas espontáneas en las entre filas del viñedo. Para convivir con la enorme fauna protegimos el viñedo con una malla y tuvimos la precaución de pensar por donde escurría el agua de lluvia para evitar la erosión de los suelos.